Se considera hidroterapia a todo el conjunto de terapias que utilizan el agua como agente terapéutico.

En personas mayores utilizamos este método combinado con la actividad física para paliar y tratar diversas patologías traumáticas, neurológicas y reumatológicas.

Está indicada en edemas, disminución de la movilidad articular, pérdida de fuerza y masa muscular, disminución de equilibrio y coordinación, dolor, alteraciones de la marcha, desentrenamiento cardiovascular, post-operatorios e inmovilizaciones prolongadas, depresión, sedentarismo…

Esta terapia es muy beneficiosa, ya que la gravedad disminuye facilitando la movilidad, produciendo unos efectos psicológicos positivos, además de contribuir a la socialización con el resto de residentes.

Dos veces al mes recibimos la visita del Chef Javier Sanz (chefjaviersanz.com) con el que se realiza un taller de cocina durante dos horas aproximadamente en la que se elaboran platos de temporada que luego son degustados por los asistentes al taller.

La limitación en la movilidad que supone la utilización de dispositivos de contención mecánica sólo está justificada en casos muy concretos que reúnan dos o más de las siguientes condiciones:

• Violencia con riesgo a la integridad propia o de otros
• Deterioro cognitivo que pone en peligro el bienestar propio y ajeno
• Deterioro en la movilidad con alto riesgo de caída o lesión.

En la Residencia Ciudad de Miranda, con el fin del uso anecdótico de las contenciones mecánicas, empleamos métodos alternativos para preservar la seguridad de todos los residentes sin limitarles en su autonomía y libertad: prevención de escapes mediante puertas con apertura con control remoto, pulseras localizadoras, atención continua por el personal, etc.

Las Úlceras Por Presión (UPP) son una de las complicaciones evitables más frecuentes entre los pacientes con menor grado de movilidad y mayor dependencia, mermando considerablemente su calidad de vida y repercutiendo en su situación familiar, social, económica, anímica…

En la Residencia Ciudad de Miranda tenemos una prevalencia de úlceras por presión inferior al 2% de los residentes, y una incidencia (entendiéndolo como úlceras originadas en el propio centro) del 0%.

Estas buenas cifras se deben a la óptima coordinación del equipo sanitario y al uso de todos los medios al alcance centrados en la prevención y tratamiento precoz del problema.

Dos veces por semana se realiza el taller de canto, donde los residentes ahondan en el placer de cantar, con un repertorio que va desde canciones clásicas a canciones tradicionales de Miranda de Ebro.